Corría el año de 1999, Camila una joven de 19 años iniciaba su carrera laboral en una prestigiosa universidad de la zona, hacia frío esa mañana y lo sentía en sus huesos y en su pálida cara, mientras se encaminaba a su nuevo lugar de trabajo, nerviosa y a la vez ansiosa pues era su primer empleo, entro en el hall del edificio, se presento ante su jefe quien a su vez la dirigió a su nuevo puesto. Uno por uno los demás trabajadores se fueron acercando con curiosidad a ver y saludar la nueva adquisición del departamento de finanzas, más solo uno de ellos llamo la atención de Camila, Andrés un hombre que le doblaba la edad, alto imponente pero de sonrisa amable y calida, la saludo cordialmente, había algo en él que la hizo ruborizar, demasiada gentileza quizás, no lo se, instintivamente la mirada de Camila se dirigió hacia el dedo anular de la mano izquierda... no tenia anillo, sería soltero? por su edad quizás separado o viudo, en realidad no importaba, ella solo lo imagina como un juego no como algo que podía llegar a concretarse.
Los días pasaban y las gentilezas de Andrés para con ella se fueron acrecentando cada vez más, para ese entonces ella ya sabia que él era casado, sin embargo su atracción crecía cada vez más, y al parecer la de Andrés hacia ella también, era como estar unidos telepáticamente... coincidían en los mismos lugares, sus miradas se cruzaba en los pasillos del edificio, nerviosos como si sus ojos pudieran delatar algo... hasta que un día de lluvia él se ofreció a llevarla a casa en su auto, Camila sin pensarlo demasiado acepto. Subió al auto, estaba nerviosa, pero no se lo demostró, es más se armo de valor y abordándolo directamente le pregunto a que se debía tanta amabilidad, Andrés un poco sorprendido porque quizás pensaba tomar él la iniciativa, después de todo él era el de la experiencia, se sonrió y aseguro que era solo amabilidad cambiando el tema a uno más rutinario, pero justo antes de llegar a casa de Camila, tomo aire y le pregunto si la podría llevar a otro lugar para conversar un rato, Camila casi no alcanzo a responder y el auto ya se dirigía en otra dirección... llovía a cantaros mientras la pareja comenzaba una tímida conversación al interior del vehículo, "Camila tu sabes que yo soy casado y no quiero contarte el típico discurso de que me llevo mal con mi mujer y esas cosas, pero la verdad es que me gustas demasiado y ya no lo puedo seguir callando", por la mente de Camila pasaron mil cosas en un segundo, era su cabeza y la cordura luchando con la locura del corazón, y sin saber como, se dejo llevar por sus emociones, su corazón latía fuerte, su respiración agitada hacia subir y bajar su pecho, los dos acercaron sus labios como ansiosos de sentir los del otro fundiéndose primero en un tierno beso que se transformo en la pasión reprimida de tantos meses sin poder decir y expresar lo que sentían, ninguno en ese momento imagino que ese beso sellaría su unión para siempre.
Su romance continuo por muchos meses saboreando lo dulce y lo amargo de las relaciones prohibidas, hasta que todos comenzaron a darse cuenta de lo que sucedía y por supuesto todos coincidían en algo "esta relación no puede seguir", la familia de Camila le volteo la espalda y la de Andrés que a esas alturas también se había enterado comenzaron a hacer su vida imposible, el entorno laboral por supuesto no se quedo atrás y los comentarios empezaron a ser pan de cada día, por supuesto los dardos eran lanzados contra él, "un hombre mayor aprovechándose de esa pobre niña", "seguro que después se aburre de ella y se busca otra para pasar el rato" eran alguno de sus comentarios, también juzgaron y sentenciaron a Camila quien quedo sin trabajo, ya que como siempre el hilo se corta por la más delgado y esta no fue la excepción. Mil veces intentaron separarse, no por gusto, sino por que su entorno los obligaba a alejarse... pero como se hace para dejar ir a la persona que uno ama, para ellos era como aceptar que les cortaran un brazo o una pierna, ya que no podían estar el uno sin el otro, Sin embargo su amor era tan grande que de pronto ya nada importaba solo el amor sincero que los dos sentían.
Un día Andrés, cansado ya de no poder tener una relación normal con su amada, se armo de valor y cargado tan solo con una maleta salido de su casa para no regresar, atrás dejó un matrimonio de 20 años y 3 hijas que aunque ya eran grandes tampoco lo entendieron, proyectos, casa, familia, todo quedo atrás solo por que él encontró el amor que toda su vida había buscado y que un día apareció en su oficina encarnado en esta joven pálida. Busco a Camila quien feliz lo acompaño en este nuevo camino que comenzarían juntos y que sabían que no sería fácil... pero nada importaba tanto como compartir su vida juntos.
Cinco años vivieron su amor pleno, libre, sin prejuicios, hasta que dios los bendijo con un hijo..Si después de mucho tiempo de esperar Camila esperaba el fruto del amor de ambos, su felicidad ya no podía ser más inmensa, después de todo pocas son las personas que encuentran al amor de su vida y pueden estar cerca de él. Con el nacimiento de Nicolás, se consolidaba esta tasita unión sin papeles de por medio, solo comprometidos por amor, el amor que todo lo puede, ese amor sincero que nace desde las entrañas de nuestro ser y que recorre nuestras venas hasta salirse por los poros.
Todo en sus vidas era perfecto, sin embargo habían olvidado algo, nada es para siempre y los errores también se pagan a veces de forma cruel, ellos en el afán de estar juntos también lastimaron sin querer a más gente y ahora debían pagar el precio de tanta felicidad concedida...
Un día de noviembre luego de muchos exámenes médicos, el doctor fue directo en su diagnostico... Andrés ese hombre alto de sonrisa gentil, la persona que Camila amaba más que a su vida estaba condenado a muerte por ese verdugo llamado Cáncer... el Castillo de naipes que ambos habían creado de pronto se derrumbo quedando esparcido por el suelo, el silencio los embargo, las lagrimas brotaban sin decir una palabra, hasta que Andrés quien siempre fue un hombre optimista y el apoyo de Camila, la miro a los ojos y tiernamente le dijo "Mi Amor no te preocupes esta enfermedad no me la va a ganar voy a luchar hasta el final, y si dios decide llevarme le daré las gracias por haberme concedido, haber conocido el amor a tu lado antes de partir". Camila rompió en llanto no podía creer lo que estaba pasando...sentia que todo era un sueño que de pronto se convirtio en pesadilla... y lo abrazo sin decir nada, como tratando de fundirse con él.
Un cinco de Diciembre, seis años después de que Camila entrara por ese hall del edificio sin saber que encontraría el amor de su vida, ahora vestida de negro entraba en la gran iglesia donde estaba su amor, ahora sin vida y sin su calida sonrisa... Andrés un hombre gentil querido por muchos era ahora acompañado por una multitud de gente hasta donde descansaría eternamente esperando hasta que Camila nuevamente se encontrara con él para fundirse en ese profundo abrazo y no separarse más.
No hubo Navidad ni año nuevo ese año para Camila, ella solo vagaba entre las multitudes pensando en como seguir sin el brazo que le faltaba, ya que se sentía mutilada sin Andrés... hasta que de pronto se dio cuenta que no podía seguir así, seguramente Andrés como siempre lo hacia, desde donde estuviera le entrego la fuerza para seguir adelante luchando por ella y por su hijo fruto del amor de ambos, así que se vistió con su mejor ropa se maquillo y salio con su hijo a disfrutar a la orilla del mar...ahora cada vez que mira a la cara a su hijo ve la calida sonrisa de Andrés y sigue adelante, adelante... con el recuerdo de ese hombre gentil que ella tanto amo, pero sin retroceder y sin mirar atrás.
Dedicada a mi fantasma favorito, a ese que apaga mis luces de noche y que acaricia mi cabello cuando estoy triste para seguir dándome fuerza desde donde este.