Solo para olvidar

El último tiempo mis historias bloggeras se han centrado en cosas y sentimientos directamente relaciones conmigo. Hoy con este relato y a manera de distracción de los fantasmas de mis recuerdos, retomaré mi afición por las historias medio inventadas y medio reales de la vida misma.

Andrea no recordaba hace cuanto no salía a divertirse con sus amigos, hacia poco tiempo desde que había terminado una relación muy absorbente y que todavía la atormentaba. Sentada en aquella mesa de bar a las 12 de la noche, junto a Viviana y Juan Carlos se sentía tranquila y feliz sin saber si era por la libertad de estar sola o por las cervezas que llevaba en el cuerpo, la verdad, no importaba, en ese momento nada más importaba, solo olvidar a ese fantasma del pasado que la seguía por todos lados.

Su vida amorosa en general nunca fue muy fácil, llena de relaciones tormentosas y finales abruptos, su última pareja había terminado por enterrar sus ganas de caminar por la vida de la mano de alguien, hoy solo quería olvidar.

Habían llegado a ese bar guiados por ella, era viernes y sabía que Carlos tocaba esa noche ahí. Carlos había sido su pareja hace 3 años y luego de terminar debido a una infidelidad de él, continuaron siendo amigos hasta que Andrea prefirió alejarse, lo que coincidió con un afortunado cambio de casa y de número de celular. Hace unos días al conversar con un amigo ella se había enterado que Carlos aún la buscaba y luego de pensarlo unos días decidió dejarse caer en aquel bar.

El lugar estaba lleno por lo que solo consiguieron una pequeña mesa en un rincón, al entrar Andrea lo diviso en aquel escenario, un hombre más delgado del que ella recordaba con el cabello largo negro sobre sus hombros y una barba denotaban su estilo de siempre, relajado. Andrea camino tratando de no llamar su atención, quizás por no sentirse segura del todo de estar en ese lugar, se sentó junto a sus amigos mientras llamaban a la mesera.

Entre risas y copas había transcurrido una hora desde su llegada, Andrea no supo en que momento él la vio, solo se dio cuenta al levantar su mirada que este hombre delgado caminaba rodeando la mesa para llegar hasta ella, al mirarse a los ojos ambos sonrieron y él sin pensarlo y sin decir nada la rodeo con sus brazos fuertemente, como cuando alguien se reencuentra con un familiar muy querido que no ve hace mucho, ella respondió a ese largo abrazo y se perdió en su pecho, quizás por la necesidad de sentir ese cariño otra vez. No se dio cuenta cuanto tiempo duro ese abrazo, unas copas de más ya empezaban a tener efectos en Andrea que no acostumbra a beber, cuando se separaron Carlos no dejaba de mirarla con una sonrisa en los labios y con un brillo en sus ojos sin soltarla de la mano, mientras le preguntaba por su vida, pasaron un par de minutos conversando y Carlos le pido su número de teléfono, Andrea sin pensarlo dos veces se lo entrego. Un minuto después Carlos se despedía para volver al escenario no sin antes robarle un beso en los labios a Andrea que siquiera tuvo tiempo para reaccionar antes de ver como se marchaba.

Esa noche sobre su cama Andrea pensaba en lo sucedido, en realidad ella lo había planificado todo, solo necesitaba olvidar y ahora usaría lo que estuviera a su alcance para lograrlo, aunque eso significara utilizar a ese hombre que una vez también la había hecho sufrir tanto con su engaño. Su plan ya estaba casi consumado ahora solo faltaba que Carlos se ofreciera a pasar por ella a su trabajo para así desquitarse también de su ex pareja quien trabajaba con ella en la misma oficina, luego le diría a Carlos que nunca volvería a estar con él, en ese momento sonó su celular:

Andrea: "Aló"

Telefono :"Hola, Andrea como estas, soy Carlos... te llamo para saber si podemos vernos uno de estos días"...

Andrea: "Si, tambien tengo ganas de verte... porque no pasar por mí a la oficina... anota te doy la dirección"...